Tuesday, January 31, 2006

De mil colores.



Tú no tenías que vivir...
Yo no necesitaba vivirte,
pero tú recuerdo me esperó en el café
y fué obligatorio sentirte.

Le comenté que ya no te extrañaba,
que en tu ausencia leía aquellas cosas que alguna vez escribí,
pensando que sería valiente,
que se me haría facil dibujártelas
y no fué suficiente.

Mil colores te guardaba,
y mas monocromía había en tu mirada.

No eras el mismo desde que que te enamorabas,
irónico aun cuando te enamoraste...
Y no de mí,
no de mis palabras,
no de mi devoción a tu paladar,
ni de mis suicidios inesperados cuando te arrancaba de la única parte
donde aún se conservaba virgen el sentimiento;
tu tacto.
No fué de mi erguidez para ansiarte,
no fué de mi debilidad con tus pisadas,
no fue de mí...
Y de la nada desapareciste tú con el sentimiento,
y solo quedaron las ganas.

Ganas de fundir el deseo oblicuo de tenerte y no quererte,
de quererte y no amarte,
de amarte y solo aprender a transpirar olores de aventura...
De placer...de obsesión...
y no pude.
Me ganó la cordura.

Y me ganaste tú la juerga;
la independencia de adorarte cuando me diera la gana,
sin razones, sin motivos, sin especulaciones;
meterme las excusas en un bolsillo y caminar contigo como de costumbre,
que tu extremada confianza sobre mi mirada,
de alguna manera olvidara la tuya;
haciéndome entender que no es placer,
porque comprendí que amo amarte,
aunque en vano.

En vano...
porque no me es suficiente,
porque me faltas cuando te faltas tú;
porque sigues amarrado a mí
como en todos los días de mis días donde todavía deseo recordarte,
porque reconozco que presiento
que mientras más intento pintarte en blanco y negro,
mas se aprietan los lazos en tus colores
los que me regalaste el día que te conocí
los que aún se sienten como ese primer momento.


MT//

2 comments:

Julio Mieses said...

Beautiful

Chankleta said...

Thanks! :]

 
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