Privilegio.

Me perdí cuando tenía la entereza de saber donde encontrarte.
Que confundí tu norte caminando sobre mojado
y catalogue mi sur como el peor de los errores de cualquier borracho con mapa,
porque mis ojos guiaron la emboscada,
y perderte cuando apostaba hasta mis bolsillos,
no fue precisamente la mejor de las conclusiones.

Imagínate que hoy le he prestado mi boca,
a este viaje sin destino y con tus palabras;
y este palpitar de olores incubiertos me parece camino al Edén,
y pienso entonces si existe algo de eternidad
en esta elegía terrenal que me roba tu soledad,
la de por décima vez aprender a organizar frases
que te enamoren,
y que me vuelvan a engalanar a mí,
para hacerlo doblemente contigo;
entonces no me sobras; no me faltas,
te encuentras en la máxima y mejor expresión de arte
de cualquier pintor maestro,
y debo agradecerte
el hecho de que me eligieras a mi para explicárselo
a quien no entiende como se tocan dos almas que jamás se han visto.

Y aquí por telepatía,
pintando con tu pensamiento,
me encuentro de ojo abierto,
y dormida bajo el efecto de espectador que nunca olvida su película favorita,
como el mejor helado de chocolate,
como el fuerte y excitante aroma de un perfume que trae recuerdos,
no por remontarse al momento,
sinó por el viaje de regreso,
todavía más exquisito y con poca prisa para admirar las rosas blancas del camino.

Tengo que enseñarte a quererme,
para que puedas emprender el proceso de amarte tú por encima del poquito más,
que cuando te haces falta, se te olvida que andas abrazado a mis dedos,
y todavía no he considerado eso de clonarte,
que te quiero de un solo corazón: el tuyo y el mío,
que sienta por todos los demas que no tienen la dicha de conocerse en otro sentimiento,
en otro pedazo rojo.

Hoy ya sé que el calendario tiene menos dígitos,
que mis acordes no te tocan,
y que a pesar de toda esta poesía,
mucha rima no pega tus dudas,
pero te quiero fuera de que pueda encontrarte,
relativamente de que no me interesan tus compromisos,
porque conociendo la libertad Dios me encaminó a tí,
y es rito sagrado esto de saberte lejos y necesitarte para echarme el sueño entre mis parpados,
estos que solo miran al cielo para reinvindicarte.

Porque te quiero así,
con las condiciones que solo existen para los que sienten.
Y tengo que admitirlo,
Hoy te amo como hoy.




MT//