
(Picture: MT//)
Hoy
cuando no me toca verte ni tocarte
siento que debo decirte
que te extraño más que cuando no lo hacía.
Que esta insaciable necesidad de respirarte
me controla la inestabilidad de saberte ausente
entre tantas cosas que se me parecen a ti,
entre mis manos,
que no se jactan de colocarte
entre ese último sueño de amor que venera tu segundo nombre.
Y sólo te pido que aprendas a interpretar mis alucinaciones
como todo enfermo de morfina que pide embriagarse de su presa,
que no cuestiones mi deseo extra orbital de explotarme junto a tus cuerdas vocales,
y que entiendas,
que si te ansío,
es precisamente por mi desavenencia local,
de amores y sentimientos necios.
Te quiero aquí.
Te miro aquí.
Entre toda esta encrucijada de dormir contigo sin días,
de abrazarte y despertarme bajo tus alas,
como si hubiésemos emprendido el vuelo
y nadie se percató.
Y me criticas tú porque insisto que debe ser amor.
Porque sinó,¿Qué más?
Tú mi placer prohibido.
Mi error favorito.
Mi inolvidable pero descomunal amor animal,
de esos que persiguen su blanco
como plato del mejor manjar,
que si comerte vivo necesito,
no dudes que lo intentaría,
a ver si inundo este deseo de morir contigo.
Y todos los sentimientos se limpian en mi piel,
como que si te odiara para necesitar emprender la venganza
pero sólo para escabullirme entre tus arranques;
que me enloquescas,
que trates de hacerme la vida pedazos,
para verme a tus pies,
con mis pies,
pero a tu lado.
Y no me interesa tenerte conmigo.
Te prefiero lejos y que me desees.
Asi entenderás por el típico trance por el cual me atraviesan los ojos,
cuando siento que me enamoro,
de todas las cosas que aún a tu lado,
nunca tendrán sentido.
Y eso es amor.
Amor a medias.
Amor con medias.
Amor a la deriva.
Amor con excusas,
con prohibiciones y malos entendidos,
como si fuera un reto eso de quererte y no sentirlo.
Y no lo siento.
Siento que te sembraste en mí como un órgano extra en mi cuerpo,
que si respiro te pertenece la mitad de mi oxígeno,
y si late mi corazón,
te cuento que no sé si es por tí o por mí.
Te amo como eso que pasó y nunca entenderé.
Como que entendí que perdí mi tiempo
pero al menos contigo,
y si valió la pena o no,
mi mejor pena eres tú.
Gracias.
Por alargar mis horas de 25 a 28,
donde las demás son sólo para recordarme que aunque quieras,
nunca podré olvidar que aunque no debí,
hacer el amor con el recuerdo tiene mucho sentido,
cuando es ese amor que me hace hacer y ser,
lo que hoy me permites.
Una loca,
en efímero cambio transversal
que si de amanecidas o no,
aprendió a escribir por tus inconclusos e interminados desajustes emocionales,
los que adoro,
los que ansío,
porque tuyos,
míos,
y me aman como yo a tí,
en el día donde se crearon más dioses por que yo me había robado el primogénito.
Aprendí a amarte.
Lo siento.
MT//
/mood: ?
/listening to: Juan Luis Guerra- Señales de Humo.mp3
2 comments:
locura o cordura?
no es tenerlo para quererlo, es quererlo para tenerlo!
andamos con humos medios raros por aquí!
haaaaaa, esas piernas????
tuyas????
Post a Comment