Después que uno se muere que vale.
Aunque el corazón sepa fumarse las coincidencias
y la apariencia salga a caminar con chancletas brazileñas,
de nada sirve vender la cara por conciencia.
Porque no hay.
Aunque la disfrazes de Gaultier y por dentro se ensambla con basura compuesta.
Porque no hay.
Y ya nadie cuenta el sentimiento con las manos.
Y en última instancia
de que vale brincar con las ganas
si hoy me di cuenta
que los pies no saben usar sostén.
Porque no existe(s)(ió).
mood: unknown.
listening to: The Doors- The End.mp3
Saturday, June 07, 2008
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1 comment:
te lei completa,,ta dura, lasletras, lo tuyo es obvio
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