Curvilíneo.

(Photo: MT//)

Y la distancia que nos une
y el letargo invernal que nos separa
y esta media onza de paciencia que me ahorca la existencia
con la que me endulza el café de la hora cero
y te pregunto yo si nos faltan los pasteles de acompañar la deshonra
de dejárselo todo al tiempo
aun cuando odio el reloj
y las agujas me saben a la maldita espera, que no es manzana.

Yo no sé si preguntarte a que se debe la visita de las letras
que se colocan verticalmente y no explican nada,
que se esmeran por parecer un crucigrama
y aquí lo único enredado es el panorama.
De lo que es,
y de lo que viene
y no precisamente en tren
porque camina y necesita correr.

No es que no quiera disfrutar de ver a mis mariposas en deleite,
contando los minutos para reunirse a disfrutar del helado de las seis,
ni que quiera pintarme de rojo la boca solo para parecer
que el color me sabe a intenso interés,
pero digo yo que no hay tiempo para el tiempo
que tiene tiempo que no sabe lo que es ver alrevés
y que todas las cosas tengan sentido
y firmen los "te necesito ahora" con los pies.

Virtud sería poder hablarte
y que no me aniquilen los celos al ver como rozan tus dedos las calles,
esperanza y no de nombre sería
poder dormirme sentada,
sin que me duela la barriga o la espalda,
solo porque en esa posición se pueden escribir cosas
que soñando solo me lo regala el alma,
y que perezosa,
solo desea verte y no precisamente por la ventana.

Me quejo porque cuando estás, no estoy
y nadie le preguntó a mi decisión lo que pensaba,
me molesta porque cuando te vas, yo ya fuí a ese lugar,
y ahora no sé si los sapos volveran a cantar con la dirección de tu pulgar,
no sabré si las flores se harán de algodón pero con chocolate del nunca embarrar,
no sentiré como se me eriza el viento entre la línea de la cordura que
se me pinta en los brazos y el caramelo que me brota de las manos,
para entender cuando siento que el cielo me canta y me creo que estoy en el pais que una vez Alicia me prestó,
y que armoniosamente y hasta con bonito esplendor
tu me has regalado.

Lo tan cierto es que no puedo dejar de quererte,
porque mis zapatos favoritos extrañan el roce con los tuyos,
y la camisa de cuando te conocí
aún no se ha querido bañar
con el insistir de conservar tu perfume;
al que bautizó con olor a amor: azul eternidad.

Discúlpame si te lo he dicho tarde.
Cuando intento dejar de pensar en tí mi semana pierde días,
y reconozco que entre un rato y el otro ratón
me faltan momentos para consumar todos mis sentimientos
y se me mezclan las ganas,
con la impaciencia,
los temores con la "creencia" de indolencia;
mi necesidad de ser niña otra vez
para verte en todos mis cuentos.

Ahora te ofrezco mi cielo, aquel cielo,
con la garantía de que está pintado con mi color favorito para que lo deformes o le agregues los colores
con el que eres y serás mi héroe
sin caballo, con ropa vieja de la que no me importa,
y con un todavía encomillado
porque nos andamos cabalgando la historia.

Pero despreócupate, que tengo suficiente papel como memoria...
Y realmente solo quiero
y me interesa...quererte.

No es tan díficil...

Déjate.



MT//



/mood: chévere, a pesar del camino que ando buscando... :)
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