
(Photo: Artwork by MT//)
Yo sé que te acuerdas que no me gustan los corazones
que tienen espacios y guardan sentimientos bonitos,
aunque me advirtieron que si lo rompo no vivo;
entonces no entiendo como te has hecho egoísta y me robaste el mío (que tanto me ha costado amaestrar)
para modificarlo a tu forma,
y para colmo te lo has quedado y no encuentro con que pintar.
Y me sobran papeles,
y me faltan pinceles,
acabándoseme el gotero de creatividad que me presta tu sabor
cuando tomo alcohol para olvidarme
que borracha o no
de todas maneras apago el interruptor
para que me alumbren tus ojos
y me pregunto yo si existen los manicomios para los del amor que se vuelven locos.
Es que te veo sentado y no me hablas;
estás como observándome y no sé cuando han aprendido las expresiones
a hablar;
que me pides que te ame
aunque nunca haya tomado de esas clases,
que a pesar de solamente saber doblar cartas sin enviar
e intentar dibujar aquellos corazones de los que te critico,
me engalanas con tu ausencia
la que me permite soñar,
y entonces no sé para que te tengo conmigo,
aunque la alfombra de Aladino me la hayas regalado no precisamente para volar.
En este instante
donde cambian los segundos y se hacen adultos los minutos,
entre la algarabía de lapices a color
que quieren irse de juerga,
y la mitad de un vaso con jugo de uva usurpando al vino que se me olvidó comprar,
he empezado a aceptar que esto no es más que fé;
de la que venden a muy buen precio,
y que a pesar de que no la necesito,
a la que fielmente le predico;
con ella me duermo amarrando ovejas
para que me dejen dormir y que sin sueño o no,
me acuerdan que todavía me toca pensar en ti.
Ahora no entiendo mucho lo que necesitaba explicarte.
Yo sé que a veces saber de tantos idiomas (esos que según dicen hablan solamente de amor)
me corrompen la boca y la lengua se me hace floja partiéndoseme en dos,
cohibiéndose mi claridad y mi necesidad de decirte como ahora,
que todo ésto es porque no se decirte diferente,
lo mucho que me importas
y que por encima de las calles arrugadas,
y los taxis que nunca se detienen;
y la gente que camina sin mapa,
que te quiero de indeterminada manera.
Tú sabes...!
Por eso de que mientras más decoración, más interesante la proposición.
Pero hoy la vida me sabe a café expresso,
(sin que me quite el sueño, porque quiero estar despierta para cuando aparezcas de nuevo en mis cuentos)
al brownie que no quize compartir (me encanta llevarte la contraria)
a algunas sábanas azules porque son tus favoritas,
a la hamburguesa de dos carnes,
al antiséptico para las manos (que conste que lo aprendiste de mí)
a la entrañable compañía de mi bulto rojo ( yo sé que te aún te acuerdas de él)
al muñeco verde, que por cierto muy feo; te regalé
a las tontas y tantas conversaciones inconclusas,
a los te quiero que hoy repito sin precipitación alguna,
a los dulces que no nos gustan,
en fin ya sé que a tí...
Es bien raro,
pero así funciona esto de llamar a líneas psíquicas (realmente llamé con cargo a la señora Alma)
y que te responda un duende morado,
que te diga que aunque cambie de correo postal,
y me ponga los zapatos al revés,
siempre me quedaré en el mismo lugar,
en un septiembre de un año cualquiera,
pero por sobre todo en la acumulación de 10 momentos en espera,
de que esta película algún día tenga final,
aún sin el comienzo que una vez yo quize dibujar...
Ya me está sabiendo a rima con rutina,
así que prefiero irme de compras al bosque,
y pintarme las uñas de colores.
De todas maneras yo sé que nunca podré desviar los carriles del tren que jamás rodó,
y que tiene en lista de espera, a muchos pasajeros poetas.
Aquí lo último que cabe por agregar es que
todo este rollo era para mandarte el recuerdo
de unas tarjetas para ocasiones especiales, que se han amontonado en una caja de zapatos,
de unas llamadas telefónicas que se quedaron suspirando con el operador,
de unos cuantos regalos espontáneos que se comieron solos el biscocho de tantos cumpleaños;
de uno que otro correo electrónico que se mandó al remitente equivocado;
de unos cuadros que te quisieron mucho
que de hecho hoy se inspiraron porque tu alguna vez les prestaste tus manos.
Y sin que se me olvide incluir en la postal,
que el sello dice:
"Todavía te quiero".
Te esperaré aunque sea para doblar la esquina
y hacerlo histriónicamente a tu nombre.
Muchas otras cosas también son del "todavía",
pero esas te las mando en la próxima.
Cuídate;
que me entretiene mandarte cartas por el aire
y que suenan a viento que comen con dos cucharadas de amor;
de esos que los amantes dicen que son música.
MT//
/mood: emotive.
/listening to: Silvio Rodríguez- No aparezcas más sin avisar.mp3
5 comments:
creoq ue si, que estas muy emotiva hoy, si encuentras ,manicomios para locso de amor me avisas.
lo bueno es el confiar que esas postales y cartas sin muchas letras pero con demasiados sentiemientos algun dia valdran la pena!
Siempre y cuando valga la pena, estoy de acuerdo en esperar... hoy la vida me sabe justo a eso.. y aunque disimulo mis ansias me identifico con muchas de tus palabras...
"Pero así funciona esto de llamar a líneas psíquicas (realmente llamé con cargo a la señora Alma)"... Jajaja... ¿entonces te salio gratis la llamada? ... ¿Me das el número por favor? ... Grax!
Cuidate chankletita... ya necesitaba leerte.. besos!
Chancle....
Las cosas en esta vida toman tiempo, como el buen vino, para que surtan efectos positivos tanto en nosotros mismos como en quienes quieren ese cambio.
Es bien, esperar.
Sin palabras...
DrLacxos: Ojala Max! Ojala...!
Ayi: Yo no tengo mucha paciencia, pero vivir me ha enseñado que las cosas llegan cuando uno no las espera...aunque tampoco eso me consuele...hehe ya te doy el telefono de la doña!:P~
Joan Guerrero: Gracias por la visita...y tengo que decirte que tienes razon, pero para los que no tenemos paciencia, solo nos queda aprender a cultivarla. Escribiendo se aprenden muchas cosas!
Kandy: :) pero buenas? Gracias por la visita...
MT//
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