Tuesday, May 13, 2008

Factura.


Con el tiempo uno aprende a diferenciar género de grupo.
Las canciones favoritas se reducen al número de dedos de la mano derecha, y por consiguiente los que cantan, endulzándonos el agridulce de momentos que fueron épocas,
con épocas que ahora son sólo vastos momentos.
Los amigos verdaderos ya no van al cine de tu ciudad.
Prefieren quedarse en casa escuchando el pleito del maíz en el microhondas;
añorando que pudieras aparecérteles aunque fuera en el pensamiento.
Pero los kilómetros no saben volar descalzos,
y en su defecto,
estoy hablando de ti/de mí/de mi historia/de tu historia
no de tus amigos.
Los tragos inventados dejaron de hablar de política consumista,
por eso ya no son sociales.
Te los bebes de un trancazo
a ver si recuperas los recuerdos de aquellas veces que han sido una sola vez,
(las que te hacían feliz, aunque odiaras las sorpresas, porque se aparecían sin anunciarse)
o las olvidas para que no te sigan preguntando.
Trabajas porque no es tiempo de que el gobierno te pague la renta si eres “Americano”,
sin embargo Manzanero, Rodríguez y Sabina son los únicos que entienden por lo que estás pasando.
Tienes teléfono porque es necesario pagar otra factura,
aún cuando en estos momentos el sea tu única compañía.
La ropa se reduce (como si todos los días fueran domingo) a un par de jeans baratos que vinieron rotos
y una camiseta que dice “I’m cool” para que alguien la lea y te sientas bien creyendo
que si lo recitan en voz alta es porque se están refiriendo a ti.
De los zapatos depende el frío, si verdaderamente sientes el que deberías;
de si tiene fuerza tu piel pintada de cenizas
para engañarte y hacerte creer que todavía suda unas ganas que se fueron a correr sin maratón
y volvieron descalzas para que creyeras que se cansaron porque siguen vivas
como los kilómetros de allá arriba.
Tu cara sigue siendo la misma que se ha comprado un par de nuevas expresiones tricolor
para que la gente crea que has seguido al pie de la letra tu ardua tarea de vivir diferente.
Las aspiraciones que alguna vez fueron tuyas se acostaron con la rutina sin protección,
perdiendo la virginidad que tienen los ideales de soñar,
sin mirar al que está sentado al lado con el alma rota.
Y el pasado…
El pasado se convierte en tu programa favorito
sin derecho a cambiar de canal
y los comerciales siguen siendo pagados.
Aprendes a puro coñazo,
que el tiempo no es más que la puta (o el cabrón)
al que le negaste el beso en el pudor
sin derecho a pelearlo
y sin poder romperte el hechizo [culo]
te come la lengua a destiempo;
cobrándote cuando estás más viejo
todo el dinero que sembraste sin reproducción
todas las oportunidades que regaste sin abono
clavándote un cuchillo donde menos te duele
recordándote que el dolor más grande viene por ahí caminando por intuición;
paseándote en alfombra roja a todo el [y lo] que rechazaste con su mejor tuxedo/traje,
estrujándote en la cara lo estúpido que fuiste
porque una vez solamente decidiste
haber vivido…
Estar...
Solamente...
Vivo.



“A veces quisiera pensar que mi alma no se maquilla…ni se mira en el espejo…”




MT//



mood:
in oblivion.
listening to: Gustavo Cerati- Canción Animal (11 Episodios Sinfónicos).mp3

No comments:

 
Clicky Web Analytics