Rick James.

Parece mentira que una sangría nos separara.
Entre fresas y humo barato,
lo único que importa es la felicidad que finges, y la que te compro yo a precio regular.
Como si la gasolina subiera porque dejó de quererte mi intuición, según piensas tú que brindo con las dos manos.
Pero las servilletas están demás.
Tú con tu orgullo que sirve de comida para los cerdos,
y yo con mi cara disfrazada de presidente electo;
vendiéndote la imagen de paparazzi contento;
porque consiguió su foto del día.
Y aún así,
aunque temprano te hayas ido con mis recuerdos;
tengo que reconocer que te debo mi contentura del día,
más todos los tragos que me brindara tu indiferencia, mi enemiga,
queriéndola tú, como te amorrezco yo a tí,
porque de igual forma este amor traspasa la borrachera.
La de mi careta, la de tu conformidad con mi ausencia pintada de azafrán.

Aunque no lo entiendas.
Aunque mis palabras no tengan significado en tu diccionario.
Y aún creas tú que sigo brindando con las dos manos…

Te dejo con lo que me dejaste…
Un hasta luego sin el asta.


mood: blank.
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